¿Sabéis que pasa? Que cuando alguien como yo tiene algunos pájaros en la cabeza, le gusta la idea de poder tener un coche como el Mercedes Ml 320 del 2006. El por qué, será por lo que representa. Digo lo de los pájaros porque cuando subes a este tipo de coche (touareg, cayenne, etc...) notas algo diferente. Algo que me gusta menos es que la gente, al verte joven y conduciendo este modelo, te mira mucho, pero mucho. Insisto, me resulta un poco incómodo.
La prueba de este "monstruo" empieza a las 5:30 de la mañana. Solo subirme ya se nota la diferencia. La altura del asiento, el olor a piel...la estrellita, bla bla bla...
Algo que me encanta es que el equipamiento es completísimo, tiene todos los extras para un uso 4x4 intensivo. En la parte baja del motor tiene una placa para proteger toda la mecánica de las piedras, etc... A parte de esto tiene bloqueador de diferencial central y trasero, suspensión neumática, control de descensos y yo que se que más...
Todo esto muy bien, pero empiezo a circular y hay algo raro ¡La dirección tiene juego! Se lo comenté a mi amigo y me dijo que siempre lo había tenido. Pero la verdad es que cuando se endurece la dirección, en la autopista, tiene menos, te acostumbras.
Más cosas, la suspensión tiene 3 reglajes: auto, confort y sport. Se nota mucho la diferencia, entre las tres. Con las dos primeras, el coche, al tomar las curvas, balancea mucho, demasiado. El tarado general del coche está pensado para las vías rápidas y algúna pista, resulta muy cómodo por caminos en mal estado. La que más me gusta es la opción sport. No se endurece mucho pero da el pego.
Más o menos, por ahí lo podemos salvar, pero el cambio ¡Qué cambio! Bueno, lo primero decir que yo prefiero manuales y embrague. Otra vez ¡Qué cambio! Un DESASTRE de tal magnitud que a mi me daría vergüenza ser ingeniero de Mercedes. Vale que no es un SL500, pero es tan malo que pisaba el acelerador y tenía tiempo de tomar un café antes de que decidiera reducir la marcha para poder adelantar. Malo, malo y malo.Otra cosa muy curiosa, para mi mala, pero seguro que a alguien le gusta, es el control automático que hace el coche del freno. Es un poco raro, da la sensación que cuando pisas el freno, justo tocarlo, se hunde un poco, es como si el ordenador entendiera que quieres frenar y te hecha una mano (no tiene freno de mano eléctrico). Cuando activas el control automático de velocidad, puedes "gobernar" el coche con la palanquita. Sube, aumenta la velocidad. Baja, disminuye la velocidad, pero la disminuye frenando solo y reduciendo marchas solo. A priori está bien, pero... tiene algo de no necesitarte que no me convence.
Viene a ser lo que ya dije el año pasado con el nuevo clase S:
http://6enlineamotor.blogspot.com.es/2014/01/dejar-de-ser-coche.html
Del motor, que decir, es diésel. Tiene 230cv y va mal acompañado por el cambio de 7 marchas, como os he comentado. Este coche en gasolina+glp ha de ser una delicia. Lo único bueno es el consumo 9,6l/100km. Aunque prefiero tener GLP y que gaste 15l/100km, que para mi bolsillo sería como un compacto: 7.5l/100km.
Por cierto, neumáticos Vredestein Quatrac 3 SUV. Una maravilla en lluvia. Por la zona de la A-75 pasado Clermond Ferrand, la temperatura bajo a los 10ºC y llovió como hacia tiempo que no lo veía, bueno, mas bien, sufría.
Total, muy agradecido a mi amigo, un gran viaje. Pero sigo pensando en decantarme por un modelo como el Mazda CX-7, necesito tener algo de deportividad.
Negativo:
1.- Diésel
2.- Suspensión
3.- Cambio
4.- Dirección
5.- Coste mantenimiento
6.- Tacto motor
Positivo:
1.- Motor V6 (está bien que al menos tenga 6 cilindros)
2.- Espacio interior
3.- Confort de marcha
#fueraelgasoil
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